lunes, 25 de noviembre de 2013

Festival de Cine de Mar del Plata: Competencia Latinoamericana

Costa Dulce (Dir. Enrique Collar)

En medio de la selva que comparte el Noreste de nuestro país con Paraguay y Brasil, se encuentra el pueblo homónimo de la película. Es un asentamiento con pocos habitantes pseudo aborígenes que viven en ranchos de madera, paja y adobe rojo.
David pareciera tener 25 años. Su pareja, por lo menos, 40 vencidos. Tienen una hija de unos 4. Ninguno conoce otra vida que no sea la de la selva: cocinar con leñas, cultivar algunas verduras, y protegerse de los espíritus propios de la mitología guaraní que por allí rondan.
Trabaja de casero con dotes de albañil. Es el azar mismo el que lleva a sus manos un detector de metales. Según cuenta la leyenda de Yvyguy, muchas familias paraguayas salieron a la selva en 1864 cuando estalló la Guerra de la Triple Alianza (conflicto bélico entre Argentina, Brasil y Paraguay) para esconder sus riquezas en oro y plata bajo la tierra. Así no se las entregarían al enemigo en caso de ser invadidos. Este enfrentamiento fue particularmente dañino para Paraguay que para 1870 había perdido cerca del 90% de su población masculina adulta.
A la nueva herramienta se sumaron los consejos de una anciana que le advirtió no ir a buscar el tesoro con armas u objetos que puedan lastimar, ya que de esa forma el tesoro se mudaría por encontrarlo indigno para su hallazgo.
Así se lanza el joven a la aventura en busca del tesoro legendario. Entra también en una espiral ambiciosa que momento a momento se agudiza. David sólo piensa en eso, descuidando a su familia y escapándose continuamente siguiendo pistas y rumores.
Durante toda la película el sonido se mantiene extremadamente selvático, destacándose los sonidos de los pájaros y las tomas sobre la flora del lugar.
Agrega componentes místicos; como un niño descalzo que aparece varias veces de la nada y en situaciones por demás sospechosas. Al costado de un arroyo se presenta por primera vez, de frente y a solas con David, diciendo que busca a su madre que lo dejó allí abandonado. David huye inmediatamente cuando el niño agrega: “Cuidado con lo que hacés porque el Pombero anda por acá” (personaje de la mitología guaraní que cuida a los animales salvajes y al monte, con todo lo que haya en la tierra).
En su búsqueda, David recurre a la compañía de algunos cómplices que, todos preocupados por su tajada y su bebida, lo llevan a lugares prometedores para encontrar la plata y el oro Yvyguy.
La frustración y la codicia lo llevan a demonizarse y una abundante cantidad de primerísimos planos evidencia la transformación del joven honesto, cariñoso y trabajador en un ser egoísta, paranoide e inhumano.


Eldi: Nacido en Itauguá Guazú, Paraguay, en 1964, se formo como artista plástico en la escuela nacional de bellas artes Manuel Belhgrano de Buenos Aires. Realizo numerosas exposiciones y dirigió el largometraje Miramenometokéi (2001) y el documental Crudo (2009). Su siguiente película, Novena (2010), fue la ganadora del Premio SICA en el 25° Festival.

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