domingo, 18 de noviembre de 2012

Reportaje de Fondo: La mensajería instantánea


Aliadas desde el principio: la comunicación y las computadoras.


El hijo de la Guerra Fría: las telecomunicaciones

Sputnik I
Con el lanzamiento del Sputnik1 por parte de la ex URSS, los Estados Unidos de Norteamérica barajaron, en uno de los arranques de paranoia característicos de la Guerra Fría, una amenaza nuclear. Temiendo esto, pensaron en los puntos débiles de su sistema de defensa para así poder armar una defensa más eficiente. Lo que notaron fue que era necesario cambiar la dinámica de comunicación entre los diferentes nodos que formaban su primera línea de defensa: si uno de ellos caía, todo el sistema colapsaba. En 1959, Paul Baran presentó la solución: una red descentralizada, que contenga más de un único camino entre los nodos, de forma tal que al perderse uno de estos, no se caiga y pueda seguir operando. El proyecto se llamó ARPANET.
Tres años más tarde, Joseph Carl Licklider formuló una serie de teorías donde demostraba la capacidad de los ordenadores a lo largo del mundo de sumarse a esta red multinodo y que no pasaría mucho hasta que cada hogar estuviera conectado a lo que él llamó “Red Galáctica” y definía como “una red de computadoras capaz de comunicar usuarios en distintas terminales en cualquier parte del mundo”.
Para las mismas fechas, Leonard Kleinrock en su tesis doctoral explicó cómo se comportan matemáticamente las líneas de espera (o colas) dentro de una red comunicacional. Según esta teoría, existía una forma de asegurar la infalibilidad de la transmisión partiendo el mensaje en fragmentos y obligando al sistema a una revisión constante para asegurarse de tener disponibles los recursos necesarios para la operación.
Y así fue.
El 29 de  Octubre de 1969 la humanidad abrió una nueva puerta. Ese día se llevó a cabo por primera vez la transmisión de datos en tiempo real entre dos computadoras, desde sitios geográficos separados por más de 500 kilómetros. Y sólo se necesitó de dos terminales y un una conexión telefónica con la suficiente latencia (o capacidad) para transmitir datos.


El momento clave

El primer enlace se dio dentro de ARPANET,
              el proyecto de red de defensa norteamericano
Charley Kline, desde Los Ángeles logró enviar una primera palabra hasta la Universidad de Stanford, donde Bill Duval lo recibió con éxito. Desde entonces la informática y la comunicación se hicieron aliadas. Pero faltaba algo todavía, y era el público. Abrir las posibilidades del ciberespacio al mundo y ver por dónde iba la corriente.
En 1989 desde el CERN (Instituto Europeo de Investigaciones Nucleares) aparece el formato Web que comenzaba a estilizar la conexión y prometía ser un gran proyecto.  El código de la primera página web subida a la historia fue rescatado y republicado por W3, una empresa líder en desarrollo de software, y puede visitarse en http://www.w3.org/History/19921103-hypertext/hypertext/WWW/TheProject.html.


La primera conspiración web

Durante la primera transmisión on-line ocurrió un error. Al Gore tenía entonces 21 años y asistía al equipo Kline-Duval desde Harvard. En reuniones, había sugerido que la primera palabra a transmitir fuera LOCKBOX (caja fuerte). Luego de que pasara la L y la O pasó una G y el sistema se cayó. Se llamaron por teléfono y tuvieron que reiniciar todo el procedimiento, lo que tomó cerca de 15 minutos debido a las computadoras de ese momento. Siempre se discutió un sabotaje por parte de Al Gore a sus compañeros por no utilizar la palabra que él había sugerido.
Nuevamente en línea, la primera palabra que se abrió camino en el mundo virtual fue LOGIN (acceso).



Programas propietarios 

Todo comenzó en Jordania, con el mIRC, desarrollado por Khaled Mardam Bey. Luego de instalar y configurar este cliente de chat, la consola que moderaba los distintos salones era más que agresiva al usuario. Caracterizada por la falta de recursos estilísticos tradicionales, la pantalla de este programa era muy similar a las consolas de comando (MS-DOS). El problema del cliente era la posibilidad de ejecutar comandos maliciosos (virus) sin mayores problemas.
A mediados de los 90, el ICQ se agregó al mercado. Esta vez los usuarios, identificados por un simple número universal, descargaban el programa. ICQ (acrónimo de I Seek You, “te busco”) adquiría los contactos favoritos de forma local –almacenadas en la computadora donde está instalado- y fue el pionero en ofrecer  la posibilidad de videollamadas; aunque en ese entonces la cámara web era un lujo.  265  885
Para 1999, Messenger dejaría su impronta en esta carrera. Las capacidades y limitaciones eran similares a las de ICQ, con una mejorada interfaz y el respaldo de una gran empresa en expansión, como lo era Microsoft. Para los melancólicos, los zumbidos.


La plataforma virtual

     Era ya una cuestión de principios. Algo con tanto potencial como el ciberespacio mismo no podía verse limitado por la compatibilidad con millones de usuarios diferentes. La red debía vivir por su cuenta.
Principales redes sociales
     Empezó entonces una nueva etapa; una donde los servicios -que antes estos programas exhibían y acomodaban luego de descargar la información- ya provienen de la Internet misma. Las redes sociales fueron pensadas para ser compatibles con los navegadores más frecuentes y en la mejor forma posible. La innovación de no necesitar instalar un programa cliente entre el usuario y las bases de datos colgadas en la web eliminó de raíz los problemas de accesibilidad.
     La apuesta al futuro está sobre el “entorno web”. Las conexiones rápidas se han vuelto la nueva meta y productos y servicios elevan la vara constantemente. Ejemplo son las netbooks, computadoras especializadas para la navegación, con varias mejoras en el sistema de conexión Wi-Fi, interfaz gráfica web optimized y varios chiches más.


Constante desarrollo

     Albert Einstein fue el primero en decir que el universo no era infinito, sino finito y en expansión constante. Es interesante que también esta característica se aplique al ciberespacio.
     Constantemnte son desarrolladas nuevas tecnologías de aplicación web, desde navegadores, aplicaciones varias, antivirus, etc. Mientras los usuarios regulares somos capaces de observar eso, los niveles más avanzados distinguen nuevos acontecimientos.
     Entre los múltiples tecnicismos con los que juega la red de redes, los protocolos que utiliza determinan ciertas otras cosas. En el caso del IPv4 (Internet Protocol versión 4.0) limitaba la cantidad de direcciones IP en la web (todo dispositivo conectado tiene uno, también cada página en Internet). Basado en 32 bits (232) tenía capacidad para 4.294.967.296 direcciones IP. El número estaba ya cercano y fue lanzado el paquete de actualización IPv6 para los navegadores.
 La nueva y actual frontera de Internet esta en 128 bits; o sea en 340.282.366.920.938.463.463.374.607.431.768.211.456 drecciones, o 2128

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