Aliadas desde el principio: la
comunicación y las computadoras.
El
hijo de la Guerra Fría: las telecomunicaciones
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Sputnik I |
Con el
lanzamiento del Sputnik1 por parte de la ex URSS, los Estados Unidos de
Norteamérica barajaron, en uno de los arranques de paranoia característicos de
la Guerra Fría, una amenaza nuclear. Temiendo esto, pensaron en los puntos
débiles de su sistema de defensa para así poder armar una defensa más
eficiente. Lo que notaron fue que era necesario cambiar la dinámica de
comunicación entre los diferentes nodos que formaban su primera línea de
defensa: si uno de ellos caía, todo el sistema colapsaba. En 1959, Paul Baran
presentó la solución: una red descentralizada, que contenga más de un único
camino entre los nodos, de forma tal que al perderse uno de estos, no se caiga
y pueda seguir operando. El proyecto se llamó ARPANET.
Tres años
más tarde, Joseph Carl Licklider formuló una serie de teorías donde demostraba
la capacidad de los ordenadores a lo largo del mundo de sumarse a esta red
multinodo y que no pasaría mucho hasta que cada hogar estuviera conectado a lo
que él llamó “Red Galáctica” y definía como “una red de computadoras capaz de
comunicar usuarios en distintas terminales en cualquier parte del mundo”.
Para las
mismas fechas, Leonard Kleinrock en su tesis doctoral explicó cómo se comportan
matemáticamente las líneas de espera (o colas) dentro de una red
comunicacional. Según esta teoría, existía una forma de asegurar la
infalibilidad de la transmisión partiendo el mensaje en fragmentos y obligando
al sistema a una revisión constante para asegurarse de tener disponibles los
recursos necesarios para la operación.
Y así fue.
El 29
de Octubre de 1969 la humanidad abrió
una nueva puerta. Ese día se llevó a cabo por primera vez la transmisión de
datos en tiempo real entre dos computadoras, desde sitios geográficos separados
por más de 500 kilómetros. Y sólo se necesitó de dos terminales y un una
conexión telefónica con la suficiente latencia (o capacidad) para transmitir
datos.
El
momento clave
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El primer enlace se dio dentro de ARPANET,
el proyecto de red de defensa norteamericano |
Charley
Kline, desde Los Ángeles logró enviar una primera palabra hasta la Universidad
de Stanford, donde Bill Duval lo recibió con éxito. Desde entonces la
informática y la comunicación se hicieron aliadas. Pero faltaba algo todavía, y
era el público. Abrir las posibilidades del ciberespacio al mundo y ver por dónde
iba la corriente.
En 1989 desde
el CERN (Instituto Europeo de Investigaciones Nucleares) aparece el formato Web
que comenzaba a estilizar la conexión y prometía ser un gran proyecto. El código de la primera página web subida a
la historia fue rescatado y republicado por W3, una empresa líder en desarrollo
de software, y puede visitarse en http://www.w3.org/History/19921103-hypertext/hypertext/WWW/TheProject.html.
La primera conspiración web
Durante la
primera transmisión on-line ocurrió un error. Al Gore tenía entonces 21 años y
asistía al equipo Kline-Duval desde Harvard. En reuniones, había sugerido que
la primera palabra a transmitir fuera LOCKBOX (caja fuerte). Luego de que
pasara la L y la O pasó una G y el sistema se cayó. Se llamaron por teléfono y
tuvieron que reiniciar todo el procedimiento, lo que tomó cerca de 15 minutos
debido a las computadoras de ese momento. Siempre se discutió un sabotaje por
parte de Al Gore a sus compañeros por no utilizar la palabra que él había
sugerido.
Nuevamente
en línea, la primera palabra que se abrió camino en el mundo virtual fue LOGIN
(acceso).
Programas propietarios
Todo comenzó en Jordania, con el mIRC, desarrollado
por Khaled Mardam Bey. Luego de instalar y configurar este cliente de chat, la
consola que moderaba los distintos salones era más que agresiva al usuario.
Caracterizada por la falta de recursos estilísticos tradicionales, la pantalla
de este programa era muy similar a las consolas de comando (MS-DOS). El
problema del cliente era la posibilidad de ejecutar comandos maliciosos (virus)
sin mayores problemas.
A mediados de los 90, el ICQ se agregó al mercado.
Esta vez los usuarios, identificados por un simple número universal,
descargaban el programa. ICQ (acrónimo de I Seek You, “te busco”) adquiría
los contactos favoritos de forma local –almacenadas en la computadora donde
está instalado- y fue el pionero en ofrecer la posibilidad de
videollamadas; aunque en ese entonces la cámara web era un lujo.
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Para 1999, Messenger dejaría su impronta en esta
carrera. Las capacidades y limitaciones eran similares a las de ICQ, con una
mejorada interfaz y el respaldo de una gran empresa en expansión, como lo era
Microsoft. Para los melancólicos, los zumbidos.
La plataforma virtual
Era ya una cuestión de principios. Algo con tanto potencial como el
ciberespacio mismo no podía verse limitado por la compatibilidad con millones
de usuarios diferentes. La red debía vivir por su cuenta.
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Principales redes sociales |
Empezó entonces una nueva etapa; una donde los servicios -que antes estos
programas exhibían y acomodaban luego de descargar la información- ya provienen
de la Internet misma. Las redes sociales fueron pensadas para ser compatibles
con los navegadores más frecuentes y en la mejor forma posible. La innovación
de no necesitar instalar un programa cliente entre el usuario y las bases de
datos colgadas en la web eliminó de raíz los problemas de accesibilidad.
La apuesta al futuro está sobre el “entorno web”. Las conexiones rápidas se han
vuelto la nueva meta y productos y servicios elevan la vara constantemente.
Ejemplo son las netbooks, computadoras especializadas para la navegación, con
varias mejoras en el sistema de conexión Wi-Fi, interfaz gráfica web optimized
y varios chiches más.
Constante
desarrollo
Albert
Einstein fue el primero en decir que el universo no era infinito, sino finito y
en expansión constante. Es interesante que también esta característica se
aplique al ciberespacio.
Constantemnte
son desarrolladas nuevas tecnologías de aplicación web, desde navegadores,
aplicaciones varias, antivirus, etc. Mientras los usuarios regulares somos
capaces de observar eso, los niveles más avanzados distinguen nuevos
acontecimientos.
Entre
los múltiples tecnicismos con los que juega la red de redes, los protocolos que
utiliza determinan ciertas otras cosas. En el caso del IPv4 (Internet Protocol
versión 4.0) limitaba la cantidad de direcciones IP en la web (todo dispositivo
conectado tiene uno, también cada página en Internet). Basado en 32 bits (232)
tenía capacidad para 4.294.967.296 direcciones IP. El número estaba ya cercano
y fue lanzado el paquete de actualización IPv6 para los navegadores.
La nueva y actual frontera de Internet esta en
128 bits; o sea en 340.282.366.920.938.463.463.374.607.431.768.211.456
drecciones, o
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