miércoles, 5 de diciembre de 2012

Saavedra es lo que es gracias al parque

  El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires planea construir "Juegos de Agua" en el Parque Saavedra. Para dicha obra perturbarán la paz y armonía del parque. 
  La colocación de rejas, los camiones sobre el pasto, la tala innecesaria de árboles sanos, los equipos de construcción, etc. son cosas que no estamos dispuestos a tolerar. Asimismo, gran parte de la comunidad del barrio -así como la Unidad Comunal Nro 12 (Saavedra, Coghlan, Villa Urquiza y Villa Pueyrredon)- no fue informada sobre la obra; lo cual es una muestra más de patoteo gubernamental, otro "hago lo que quiera". 
  Pero no más. No acá.
  Porque consideramos innecesario un gasto de más de tres millones de pesos en un simple "divertimento" cuando hay motivos más urgentes. Porque no nos avisaron y vinieron a romper algo que entre todos cuidamos y disfrutamos. Porque nos gusta el parque como es, porque siempre fue el mismo y porque Saavedra es lo que es gracias al parque. 


Nota publicada en http://asambleasaavedra.wordpress.com/2012/12/06/saavedra-es-lo-que-es-gracias-al-parque/

viernes, 23 de noviembre de 2012

Video Protesta


Triste melodía de guerra por f764924947

Porque no tiene razón de ser un arma. Porque no hay excusa que la justifica. Porque no hay nada bueno que pueda devenir de ellas.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Reportaje de Fondo: La mensajería instantánea


Aliadas desde el principio: la comunicación y las computadoras.


El hijo de la Guerra Fría: las telecomunicaciones

Sputnik I
Con el lanzamiento del Sputnik1 por parte de la ex URSS, los Estados Unidos de Norteamérica barajaron, en uno de los arranques de paranoia característicos de la Guerra Fría, una amenaza nuclear. Temiendo esto, pensaron en los puntos débiles de su sistema de defensa para así poder armar una defensa más eficiente. Lo que notaron fue que era necesario cambiar la dinámica de comunicación entre los diferentes nodos que formaban su primera línea de defensa: si uno de ellos caía, todo el sistema colapsaba. En 1959, Paul Baran presentó la solución: una red descentralizada, que contenga más de un único camino entre los nodos, de forma tal que al perderse uno de estos, no se caiga y pueda seguir operando. El proyecto se llamó ARPANET.
Tres años más tarde, Joseph Carl Licklider formuló una serie de teorías donde demostraba la capacidad de los ordenadores a lo largo del mundo de sumarse a esta red multinodo y que no pasaría mucho hasta que cada hogar estuviera conectado a lo que él llamó “Red Galáctica” y definía como “una red de computadoras capaz de comunicar usuarios en distintas terminales en cualquier parte del mundo”.
Para las mismas fechas, Leonard Kleinrock en su tesis doctoral explicó cómo se comportan matemáticamente las líneas de espera (o colas) dentro de una red comunicacional. Según esta teoría, existía una forma de asegurar la infalibilidad de la transmisión partiendo el mensaje en fragmentos y obligando al sistema a una revisión constante para asegurarse de tener disponibles los recursos necesarios para la operación.
Y así fue.
El 29 de  Octubre de 1969 la humanidad abrió una nueva puerta. Ese día se llevó a cabo por primera vez la transmisión de datos en tiempo real entre dos computadoras, desde sitios geográficos separados por más de 500 kilómetros. Y sólo se necesitó de dos terminales y un una conexión telefónica con la suficiente latencia (o capacidad) para transmitir datos.


El momento clave

El primer enlace se dio dentro de ARPANET,
              el proyecto de red de defensa norteamericano
Charley Kline, desde Los Ángeles logró enviar una primera palabra hasta la Universidad de Stanford, donde Bill Duval lo recibió con éxito. Desde entonces la informática y la comunicación se hicieron aliadas. Pero faltaba algo todavía, y era el público. Abrir las posibilidades del ciberespacio al mundo y ver por dónde iba la corriente.
En 1989 desde el CERN (Instituto Europeo de Investigaciones Nucleares) aparece el formato Web que comenzaba a estilizar la conexión y prometía ser un gran proyecto.  El código de la primera página web subida a la historia fue rescatado y republicado por W3, una empresa líder en desarrollo de software, y puede visitarse en http://www.w3.org/History/19921103-hypertext/hypertext/WWW/TheProject.html.


La primera conspiración web

Durante la primera transmisión on-line ocurrió un error. Al Gore tenía entonces 21 años y asistía al equipo Kline-Duval desde Harvard. En reuniones, había sugerido que la primera palabra a transmitir fuera LOCKBOX (caja fuerte). Luego de que pasara la L y la O pasó una G y el sistema se cayó. Se llamaron por teléfono y tuvieron que reiniciar todo el procedimiento, lo que tomó cerca de 15 minutos debido a las computadoras de ese momento. Siempre se discutió un sabotaje por parte de Al Gore a sus compañeros por no utilizar la palabra que él había sugerido.
Nuevamente en línea, la primera palabra que se abrió camino en el mundo virtual fue LOGIN (acceso).



Programas propietarios 

Todo comenzó en Jordania, con el mIRC, desarrollado por Khaled Mardam Bey. Luego de instalar y configurar este cliente de chat, la consola que moderaba los distintos salones era más que agresiva al usuario. Caracterizada por la falta de recursos estilísticos tradicionales, la pantalla de este programa era muy similar a las consolas de comando (MS-DOS). El problema del cliente era la posibilidad de ejecutar comandos maliciosos (virus) sin mayores problemas.
A mediados de los 90, el ICQ se agregó al mercado. Esta vez los usuarios, identificados por un simple número universal, descargaban el programa. ICQ (acrónimo de I Seek You, “te busco”) adquiría los contactos favoritos de forma local –almacenadas en la computadora donde está instalado- y fue el pionero en ofrecer  la posibilidad de videollamadas; aunque en ese entonces la cámara web era un lujo.  265  885
Para 1999, Messenger dejaría su impronta en esta carrera. Las capacidades y limitaciones eran similares a las de ICQ, con una mejorada interfaz y el respaldo de una gran empresa en expansión, como lo era Microsoft. Para los melancólicos, los zumbidos.


La plataforma virtual

     Era ya una cuestión de principios. Algo con tanto potencial como el ciberespacio mismo no podía verse limitado por la compatibilidad con millones de usuarios diferentes. La red debía vivir por su cuenta.
Principales redes sociales
     Empezó entonces una nueva etapa; una donde los servicios -que antes estos programas exhibían y acomodaban luego de descargar la información- ya provienen de la Internet misma. Las redes sociales fueron pensadas para ser compatibles con los navegadores más frecuentes y en la mejor forma posible. La innovación de no necesitar instalar un programa cliente entre el usuario y las bases de datos colgadas en la web eliminó de raíz los problemas de accesibilidad.
     La apuesta al futuro está sobre el “entorno web”. Las conexiones rápidas se han vuelto la nueva meta y productos y servicios elevan la vara constantemente. Ejemplo son las netbooks, computadoras especializadas para la navegación, con varias mejoras en el sistema de conexión Wi-Fi, interfaz gráfica web optimized y varios chiches más.


Constante desarrollo

     Albert Einstein fue el primero en decir que el universo no era infinito, sino finito y en expansión constante. Es interesante que también esta característica se aplique al ciberespacio.
     Constantemnte son desarrolladas nuevas tecnologías de aplicación web, desde navegadores, aplicaciones varias, antivirus, etc. Mientras los usuarios regulares somos capaces de observar eso, los niveles más avanzados distinguen nuevos acontecimientos.
     Entre los múltiples tecnicismos con los que juega la red de redes, los protocolos que utiliza determinan ciertas otras cosas. En el caso del IPv4 (Internet Protocol versión 4.0) limitaba la cantidad de direcciones IP en la web (todo dispositivo conectado tiene uno, también cada página en Internet). Basado en 32 bits (232) tenía capacidad para 4.294.967.296 direcciones IP. El número estaba ya cercano y fue lanzado el paquete de actualización IPv6 para los navegadores.
 La nueva y actual frontera de Internet esta en 128 bits; o sea en 340.282.366.920.938.463.463.374.607.431.768.211.456 drecciones, o 2128

martes, 18 de septiembre de 2012

EXPERIMENTO I

En este experimento voy a contabilizar las visitas que recibe un blog utilizando las palabras más buscadas en Internet.

Through this experiment i will be able to count how many visits I can get by publishing the list of hot searches.

Yunel Escobar
Bank of America
Steva Sabol
Shaun White
Cruel Summer
Kate Middleton
Mitt Romney
Denver Broncos Revolution TV Show
Amanda Bynes

Mantener la lista de palabras actualizadas y a lo largo del tiempo podría brindar datos interesantes acerca de la difusión.

Keep the hot searches list above up to date must show some interesting data.

Entrevista a Javier Sinay (recreada)


Menores con prontuario
Explorar el tallo doblado
¿Qué pasa cuando el brote arranca torcido? El relato detallista de Javier Sinay sobre criminales aún verdes.


Javier es un pibe de los ochenta. Tiene la voz aún joven y disfruta mientras es el destinatario de las mil y un preguntas que le hacen en el auditorio de la Fundación para la Educación la Ciencia y la Cultura (FECIC).
“Sangre Joven” es su primer libro publicado. En él, la crónica periodística crece desde el género policial duro. El relato: seis casos de homicidios donde o víctima o victimario aún no había cumplido sus dieciocho primaveras. “Matar y morir antes de la adultez” es el epígrafe del título. Cómo fue el trabajo de reconstruir hasta el detalle las seis historias, con sus protagonistas, sus dramas, sus lugares y sus versiones. Escribir siendo periodista.

- “Sangre Joven” es una investigación exhaustiva. ¿Qué pretendiste, en primer lugar, de la publicación?

- Me interesaba mucho hacer un retrato de esa época y de esos jóvenes, antes de que siguieran creciendo, por una cuestión de retratar a mi generación, a los nacidos en los ochenta. Dejarlo también como testimonio para el futuro más lejano que el día de hoy. De acá a veinte o treinta años podría aportar algo para los que quieran entender cómo vivían los jóvenes en esa época. Y cómo 
morían también.

-¿Una especie de homenaje?

- Honrar la memoria de estos chicos. Evitar que se repita algo así.

- Ofreciste un nuevo enfoque que nunca tocaron los medios tradicionales, ni siquiera en los años de los crímenes. ¿Por qué?

- Porque quería contar otra cosa que era más algo relacionado con la vida cotidiana y no hacer tanto periodismo de investigación clásico puro y duro. Sino ir por un lado más blando dentro del periodismo policial.

- ¿Eso te obligó a utilizar recursos más literarios?

- Es el desafío. Lo que prima es lo periodístico, pero todo el tiempo estas tratando de hacer trucos literarios o buscándole la vueltita para enganchar dos partes de la historia. Eso del juego es algo que me gusta, y yo veo que la realidad en vez de condicionarte un relato, lo potencia.

- La práctica de los policiales siempre afina la pluma. Pero 
¿cómo es abordarlos desde un nuevo marco, propio e independiente?

- Comparando este trabajo con el trabajo para una nota es mucho más grato el trabajo del libro. Tenés más tiempo, mayor dominio sobre el texto que estás trabajando y sobre cómo lo querés encarar y qué querés contar. También estás más solo y eso es mejor, en un punto. –Se ríe- Bueno, puede ser peor también, pero en mi caso lo disfruté.

-¿Y las entrevistas?

- Siempre es interesante hablar con alguien que hizo algo extraordinario. Es una oportunidad única. Las historias son muy terribles. En mi caso me cargaba bastante especialmente cuando hablaba con las madres.

-¿Qué cosas surgían en las entrevistas? Tocar temas como el hijo 
criminal o asesinado debe levantar ciertos revuelos.

- De todo. Mira, el padre de uno de los chicos muertos en Carmen de patagones me recibió dos veces. La primera vez me contó la historia. Se alteró bastante y me fui, de noche. La segunda vez me dijo: “Yo ayer te recibí, yo iba a comer, te conté la historia de mi hijo, me quede sin hambre, se me arruinó la noche. Sin embargo lo hice porque ustedes (los periodistas), siempre vienen acá y después escriben cualquier cosa. Y yo quiero que escribas bien, y por eso te la conté. Y quiero que pienses en mi hijo cuando vayas a escribir y que sientas que él te está mirando”.

- Involucrarte a ese punto debe ser fuerte, como escritor y como persona. Pero como periodista, ¿qué te decía la ética y la práctica con respecto a meterte tan de lleno con las historias de los demás?

Trae a la conversación el caso de Federico Molina, asesinado de tres puñaladas en El Teatro de Colegiales a fines de 2003, víctima de un triángulo amoroso juvenil y extraño: “Eso fue una pregunta que yo noté en el caso de Federico Medina porque me lo dijo la chica, La Pimpollo. Me dijo: “¿qué te andás metiendo en estos asuntos?” Y yo no lo había pensado hasta ese momento. Creo que un poco de razón tiene, pero también es un hecho público, que afecta a toda la sociedad, un homicidio”.

-Y ahí metes al periodista…

-Y en ese sentido creo que es ético averiguar qué pasó y contarlo de esta manera. Tratando de contar algo más. Tratando de hacer un retrato generacional, o tratando de que quede algo para el futuro. Si uno lo cuenta para contar el morbo, habrá que ver. Aunque uno quiera también contar el morbo, también es un hecho importante para todos.
    
Javier asegura que escribir “Sangre Joven” le dejó varias enseñanzas. Una de ellas muy interesante: Creo que hay gente violenta, predispuesta a la violencia que puede terminar haciendo algo así. Y hay gente ordinaria, que cruza una línea extraordinaria. Y creo que en el libro hay de los dos.”

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Poesía


El aire flota mejor alrededor
tuyo, más liviano.
Exponencialemente sobrecargado
de aromas impalpables.

Colores en la piel despegan,
desplegando un aura estridente,
rrradiante y resistente a
los grises contextuales.

La válida diferencia entre
la salud y la locura, breve brecha
que separa a dos que no deberían estar separados.

Una mirada, una caricia, un beso,
dulce contagio de ese virus maravilloso.
Dichosos los enfermos.



lunes, 10 de septiembre de 2012

Periodismo Científico


Se acabó el esoterismo: Ciencia para todos.
Si la ciencia no produjera el asombro en el hombre que –inevitablemente- produce no estaríamos aquí. Es el afán de superarse, de no estancarse y de seguir buscando respuestas a la vez que cada nueva interrogante tenida en cuenta abre un nuevo abanico de correlaciones con distintas áreas.
Pero ¿qué tanto sabemos de ciencia? Y después, ¿qué tanto sabemos de ciencia made-in-argentina? Desbocados muchos responderíamos tranquilos la primera pregunta. Pero 9 personas de cada 10 personas responderían que poco o nada a la segunda pregunta. Y hasta quizás saben de qué va la canción, pero no que es argentina. Dejemos acá este punto.
                Desde que aparecieron los textos de divulgación científica disfrutaron –por así decirlo- de un público muy acotado. Limitación incluso retroalimentado por la misma comunidad científica que los redactaba para sus mismos colegas, académicos, letrados, etc. La supuesta “divulgación” se limitaba a unos pocos. Pero por qué no podríamos vociferar con orgullo que el satélite SAC-D Acuarius, en este momento en orbita alrededor de la tierra, fue diseñado y ensamblado en Argentina; o que la comida congelada pasó de moda y su reemplazo, el alimento “liofilizado” promete ocupar su lugar en las mesas y viene de la mano de varios científicos argentinos. De eso se trata el periodismo científico. No es divulgar, es contar la ciencia.
                “Contar la ciencia” es el primer libro impreso con el sello de la Red Argentina de Periodismo Científico. En él, con un interesante prólogo escrito por Diego Hurtado, historiador de la ciencia e investigador del Conicet, un lector promedio sin necesidad de ser parte por hecho y derecho de ese mundo tan mágico, misterioso y reservado para unos pocos que es la ciencia –o que solía ser-, es captado inmediatamente. No puede no interesarles el libro.
                 Es una compilación de 40 artículos publicados en 2011 por periodistas científicos en distintos medios gráficos. En ellos, la pluma periodística profesional proporciona la cintura necesaria para anexar armónicamente las experiencias de laboratorios y análisis con los testimonios de sus protagonistas; para así lograr una composición legible, expositiva, con su propio ritmo y su toque literario.
                Históricamente la Argentina ha dado siempre al mundo grandes exponentes de la ciencia. Hoy en día cuenta con eximios profesionales en numerosas áreas científicas, cuyos progresos cotidianos no son promovidos ni festejados como deberían: un complejo conflicto de intereses se encarga de que así sea. Pero ya no. Este libro significa la ciencia al alcance de todos. Ver, enterarse de lo que piensan nuestros científicos, qué hacen y cómo repercute. Ahí entran los periodistas. Porque no alcanza con describir, hay que componer.
Esta publicación, más allá del éxito que pueda tener a nivel libro, es un firme primer paso para el periodismo científico. El reciente nacimiento de la Red Argentina de Periodismo Científico es la bota que no retrocede. La ciencia pertenece al hombre, a todos, y ahora, por fin, existe un paquete concreto y adaptado, un compilado exquisito, para ofrecer.
¡¡Felicitaciones!!

martes, 4 de septiembre de 2012

Nuevo Paradigma

 Hace tiempo que vengo con ganas de sentarme a escribir sobre ésto. ¿De qué se trata?. Sí, así de complejo es. Sarcasmo de lado y hablando en serio, es difícil sostener un título como éste. Así que se me ocurrió, dado que el tema a abordar es vastísimo, usar el blog para recopilar diferentes entradas. <Pillo, eh?>
 Lo que a continuación se presenta son reproducciones de pequeñas notas en un bolsillo de la mochila.
Veamos por dónde empezar.

 Hay un cambio. Un cambio no sólo en la gente, a nivel individuo, sino también a nivel social. Se trata de una tendencia a la liberalización, no económica ni política, cultural. Cultural y humana y el cambio va a ocurrir dentro de cada uno.
 Tampoco es algo que necesite ser respaldado por nadie. Se ve. No es coincidencia que al subir a un colectivo a la noche éste tenga luces azules y música suave. El chofer de esa unidad se sintió más cómodo poniendo de noche esa luz, y lo hizo. Y resulta agradable que se haya desprendido de esa tediosa luz de plástico blanca. Lo mismo ocurre con los espejitos labrados, los adornos e incluso esa bocina que parece un silbido. Es genial que todo eso haya tenido lugar. Es genial que ese trabajador haya hecho de su colectivo algo más acogedor, para él y para nosotros.
 Todavía no queda muy claro el cambio, pero está en eso. En algo así de pequeño. Es una nueva forma de interactuar del humano, donde el cambio es bienvenido y celebrado.

 Es una cuestión de calidad. Ya no importa la cantidad, pero aún no se dan cuenta.

 En estos momentos hay una crisis laboral importante en Buenos Aires. Las empresas no contratan a la gente que deberían tener contratada. ¿Qué está pasando? Independientemente del caso del empresario negrero que no quiere contratar porque no quiere pagar más sueldos, la modalidad en que la empresa crecía en los números ya no sirve. Ya no crecen. Hasta ahora, aumentar la cantidad aumentaba los ingresos. A mayor empleados, más producción. Tiene lógica, sentido común y respaldo empírico. Pero las empresas dejaron de crecer. Contrataron otra tanda de gente, y nada. Seguían en una meseta.
 Entonces aparece la calidad. 
 Tomemos el caso de alguna publicidad televisiva que les haya parecido interesante. Detrás del proceso de producción, empresas audiovisuales están realizando trabajos cada vez más y más complejos y con mayor dedicación -y mejores resultados-. Está bien, el producto sigue estando ahí, y ya todos lo conocen, pero es lo visual lo que cautiva. Es una nueva forma de encarar la producción: el producto ya está instalado, háganlo explotar.
 Ahora, contratar a un equipo de producción audiovisual joven, extraño, barbudo siempre les va a costar. Pero cuando los resultados ya los desborden y entren en contacto con la verdad que trato de sostener, las cosas van a ser más fáciles para todos.

 HECHO: Las apariencias son divertidas, son un juego. Nada más. Las apariencias NO importan. Como aparecen, se van.
 Enfatizado eso, continúo.

Y más interesante es pensar que si las cosas se recompensaran como se deberían recompensar, se activaría una cadena de desarrollo gigante. Donde, por decir poco, la tercerización de (seguimos con la publicidad) distintas partes de la producción alimentaría a nuevos grupos emprendedores, con nuevas ideas, nuevas dinámicas, y nuevas apariencias. 


Carta de Presentación (informal)


Estudio periodismo y como no podría faltar al cliché, mi mayor deseo es entrar en una redacción.
Mi única experiencia (rentada) en el rubro hasta ahora ha sido colaborar con un portal de freelancers donde las empresas pagan por artículos (mundoarticulo.com). No sé si sea la persona idónea para la posición, pero me gustaría que me tengan en cuenta en caso de que necesiten cubrir algún puesto con un poco menos de señoría. O no, y me contraten por esta búsqueda, sería interesante para todos.
Espero que esta carta de presentación no le haya generado malestar alguno, envío por la página mi CV. Si desean ver una especie de portfolio los invito a pasar por reydelmaluco.blogspot.com. Ojalá me tengan en cuenta. Pueden ubicarme en el 1563073791, no sean tímidos, llamen.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Hilando Fino

(...)
http://www.entremujeres.com/pareja-y-sexo/sexo/pene-sexo-tamano-importa-orgasmo-placer-pareja_0_273572664.html


  Esto es exactamente lo que quería encontrar. No por el tema del artículo, sino como prueba de la verdadera diplomacia periodística. "¿El tamaño importa?", cómo no hacer click!. Sin embargo, y por más entretenida que sea la noticia, la pregunta que formula el título no será respondida. O mejor dicho, será ambiguamente respondida. "¿El tamaño importa?": a veces sí, a veces no.
  Y esto queda claro desde la bajada del artículo. Veamoslo:

"Hombres y mujeres lo debaten con frecuencia: ¿un pene grande garantiza mayor placer? ¿O es preferible que sea pequeño, pero el amante muestre "actitud"?" Quedémonos con esa parte.

  El tema aquí es que se están oponiendo dos preguntas diferentes sobre el mismo nivel de análisis. ¿Qué significa eso, exactamente? Bueno, pues que si uno quiere plantear una disyuntiva sobre A, lo hace con dos opciones: una A1 y una A2; no una A1 y una C2.
  "¿Un pene grande garantiza mayor placer?" responde en el esquema a A1. Una posible pregunta A2 sería algo como "¿O se puede alcanzar el mismo placer con un pene pequeño?"; o "¿Es un mito que el mejor dotado otorga mayor placer?"; o etc.
  "¿O es preferible que sea pequeño, pero el amante muestre "actitud"?" está aportando un nuevo dato, una nueva variable: que muestre "actitud". Eso hace de la pregunta una no A; una C, o B, o F, o la letra que se les ocurra. Pero no una A; dado que en A sólo se cuestiona el tamaño, independientemente de otros factores involucrados (actitud, aguante, juegos, etc.).
  Al tener esta falaz dicotomía presente desde la bajada arriesgo a decir que la nota no cumplirá con lo que promete. Y así fue, y los invito a leer la nota entera.

La no-noticia

Esto pasa cuando no quieren poner noticias en serio:

 

El distanciamiento de las "noticias" desde los hechos ha dado lugar a que hoy en día quizás importe más el protagonista que el hecho. Sin embargo, eso no debería ser excusa para publicar cosas no publicables (a mi criterio). ¿Qué noticia hay acá? Y en caso de desear publicarla igual, ¿por qué un título tan disfuncional para con el periodismo?: "Hubiera habido una noticia, pero no".

miércoles, 8 de agosto de 2012

Autogestión

Minga. 
Yo pondría:
"EL TANGO AUTOGESTIONADO E INDEPENDIENTE, GESTIONADO Y DEPENDIENTE DEL GOBIERNO DE LA CIUDAD, DIRA PRESENTE....."

Cada vez me sorprende más lo mal encarados que están los mensajes provenientes tanto de distintas esferas gubernamentales, como de marcas selectas, tendencias y productos. La publicidad, señores.
Siento que hoy en día la publicidad perdió su mística. ¿Cómo?
Decir que las publicidades no tienen dos canales que funcionan en simultáneo, es negar algo que seguramente no deberíamos estar negando. Hay un primer nivel, superficial, que comprende la iconografía del mensaje. Esto es forma, estructura, contexto, utilización de colores,  etc. Es en este nivel que entran las teorías comunicacionales, que para bien o para mal, aportan ciertos lineamientos a seguir a la hora de construir una publicidad. Un segundo nivel, interno, implícito, envía el verdadero mensaje. Por ejemplo, muy visto, el consumo. Antes y hoy sigue siendo así.
Sin embargo, me parece que hoy en día las publicidades perdieron un poco ese tacto que hacía del segundo nivel algo encriptado, que se ocultaba correctamente detrás del primer nivel. Hoy ya no. Y me arriesgo a pensar que es por la falta de atención puesta en la comunicación. Se perdieron los modales y el mensaje ya no seduce. Dejando de lado las estéticas, que responden a un patrón lógico de mercado, las contradicciones, los errores sintácticos, de coherencia y la mala utilización de las palabras deja un resultado, a mi entender, contraproducente. Alguien trata de jugar con códigos que no maneja.
En este caso, el festival de Tango. He participado en festivales autogestionados e independientes; sólo diré que el color es otro. Un color donde el auspicio coorporativo no existía, y esa era la base de la autogestión; considerando que nadie gestionaría esas cosas por nosotros (y un tema de principios personal de cada uno).
Y creo que es algo para sentirse orgulloso.
"Che, estoy armando un festival independiente, gestionado por nosotros..."
"Uy, che, mirá qué bueno! Armaste una página o algo así?
"Sí, nanananan.gob.ar"

lunes, 6 de agosto de 2012

Dame una exlicación, Twitter.


¿Cuánto tiempo llevará el "alicaciones" ahí abajo?
La cuestión es que empecé a mirar cómo mandarles el screenshot a los chicos de Twitter para que lo arreglen; porque tengo que el presentimiento de que eso vino para quedarse. Ojalá que no, están haciendo un buen trabajo.

Salimos del letargo

Volvimos. O volví? En el anonimato de la Internet no sé qué persona debo darle a... o a darme a... Es complicado. Bueno, vamos un rato con la 1ra. en singular. Yo. O no. Mejor lo osos, por qué no? Ellos sí que saben del letargo. Con Ustedes (ahí sí que es fácil saber que persona usar...), o para Uds. Osos. En actitud de fiaca.






Y un hipopotamo.


Por actitud.

En fin. Volvimos. Y la idea ahora es más que hacer de ésto un portfolio, hacer que también sea el medio por el cual pueda dar cauce a un proyecto nuevo. Un proyecto que además de comunicacional, será crítico y cotidiano; los mensajes detrás de los mensajes; el esceptisismo linguistico; el entrelíneas.
Un ejemplo de la primer entrada sería como el que venga después de éste.
Agur.



miércoles, 4 de julio de 2012

Más cosas viejas...


EL CUENTO DEL AMIGO... vamos!!

Mic de contacto
CASA DE MUSICA:
Vendedor: BUenas!
Yo: como va?
V: todo bien, decime.
Y: necesitaba un microfono de contacto...
V: para criolla?
Y: no...
V: para violin?
Y: no...
V: para cello? contrabajo?
Y: no... para banjo.
V: Ah... creo que no tengo...
Y: no son todos como medio iguales?
NdA: los microfonos de contacto son como mics con pincitas que se enganchan a cualkier instrumentos y recogen y amplifican las vibraciones del instrumento ;)
V: mmm a ver... Andres, sirve un mic de contacto cualkiera para amplificar un banjo?
Andres: seeeee..... (Buen vendedor!!)
Otro tipo de locura
Bueno, la secuencia siguio como se imaginan, pagando y esas cosas. Lo interesante fue lo ke paso al lado mio, entre otro cliente y este chico Andres...

Cliente generico, rubiecito de rulos, inofensivo, pendejo, ojos claros: buenas!
A: Que tal?
CGRRIPOC: todo bien... me mando un amigo a comprarle una pulsera metalera...

CUAAAAAAAAAAAAAAARKS!!

A: mmm... no vendemos aca, fijate en Lokuras o un lugar asi, por las galerias.
CGRRIPOC: Ah.. bueno, gracias!

Bueno,nada, me puso a pensar.
Hace 10.000 ke empezamos a producir, como hombres, en la tierra, en vez de depredar con lo ke nos cruzaramos... Creo que masomenos por esa misma fecha (sino antes) debe haber nacido el cuento del amigo:
"no, me dijo un amigo que tenemos ke plantar estas semillas y crece algo re zarpado"...
Estamos un poco adelantados ya y NADIE, pero NADIE tiene ke kreerse el cuento del amigo... sobretodo cuando se va a comprar una pulsera metalera, una crema para el herpes, unos zapatos de taco, etc, etc.
Asi que gente, pongamos un poco de onda al asunto y cuando escuchemos que alguien nos kiere contar la situacion en la ke se encuentra el "amigo" (jeje) hagamosle pasar un mal rato, siempre con buena onda, pero para que aprendamos a dejar una fea costumbre de lado. Imaginen, TODOS la usamos en alguna epoca, en algun momento oscuro de la vida donde no podiamos afrontar nuestros deseos reales; si esos amigos existieran, serian super felices, imaginaos! Usan todo lo ke nosotros kerriamos usar y no nos animamos a admitir en su momento, todas las actitudes ke muchas veces kisimos tomar y no tomamos, pero metimos en algun consejo para un amigo (de los reales): "no hagas eso, conozco un loco que..."
No se, estaria lindo, si kieren, a modo de descargo y si alguien lee esto, ke publiken en ke situacion recuerdan haberlo usado, kizas descargan un pokitito de karma o se sienten mejor, o kizas simplemente nos generan una risa. A ver ke pasa :)
Fabrizio (Titanic) grita: "Bastardo!!"
Personalmente les cuento: cuando compre la bicimoto me cai a la semana kreo y bananee toda la rueda de atras y cague el embrague. La llevo al mecanico:
"Nooo, lo que pasa es que se la preste a un amigo y nada, la hizo perchi el chabon"
Seguramente tenga más, pero es la ke me vino a la mente. Asi que gente, vamos! sakense esos tapujos!!

Alter Ego: 2011


INTRODUCCION

¿Y porque la introduccion no fue al principio?
La Mosca Discursiva
Creo que todos los blogs tienen una especie de presentación o algo por el estilo, asi que acá va la nuestra:
Bueno -gesto de manos como ese que hacen las moscas- , como bien se deduce del titulo, el concepto ideologico de este espacio no es mas que tirar las cosas a la cara, como debe ser, esperando de esta forma afectar al lector (por eso la intro esta acá, recien después de un par de entradas). Esta práctica, que abarca desde las proyecciones seminales hasta las proyecciones seminales, es por todos entendidas y a veces hasta refraseada dependiendo de la situacion: cortita y a la nariz, tokecito al pie, y 60 a tigre; claramente con el objeto de enfatizar el destino del mensaje y no tanto el mensaje en sí que, ya se van a ir dando cuenta, es bastante mediocre.
En fin, esperamos que lo disfruten y por qué no que nos inviten a algun asado, festichola, jodita, etc. Comenten mucho y, como dijo Xerxes en 300: "abracennos como sus nuevos dioses".
Los keremos!!!

Crónica


Compremos unos dólares

El microcentro porteño estallaba de actividad. Era la 1 del mediodía de un miércoles cualquiera y, como hormiguitas en hileras, las personas recorrían las aceras angostas y abarrotadas de las aledañas a peatonales como Florida y Lavalle. Manzanas cosmopolitas que nuclean diariamente gente de distintos lugares y de distintas ocupaciones
     Es en las avenidas donde la actividad bancaria encontró su nicho, instalándose allí las entidades financieras más grandes y las casas matrices de los bancos más antiguos del país. Lo que hay en el centro es plata. Y poder. Todo legal. Donde se juntan esas cosas siempre aparece la alternativa, un poco menos legal pero de dominio popular. Ejemplo de ello son las cuevas de cambio.
     Cerca de la esquina de Sarmiento y Reconquista, una de ellas invitaba a los transeúntes a pasar y adquirir divisas. No se escuchaba el constante y potente pregoneo que hace unos meses. En la puerta, un hombre de unos 40 años sostenía un cartel tamaño A4 que decía: “Dólares –y abajo- Compra-Venta”. Adentro, en un espacio de tres metros por uno probablemente, un mostrador de metal hasta el metro y medio desde el piso y un vidrio en la parte superior. Detrás del vidrio había un monitor, un señor apenas más joven que el de la puerta y un silencio sepulcral, pese al ajetreo en el exterior. “Te vale cinco pesos con treinta”, “te cambio hasta mil”, “20% de comisión” fue lo que respondió. Básicamente, adquirir mil dólares costaría $5300 más, o $1060 de comisión, o U$S 200. La gentileza del caballero al explicar que se podía pagar la comisión en cualquier divisa fue excepcional, y una sonrisa se le dibujaba mientras articulaba los números.
     A cuatro cuadras de ahí, en San Martín y Tucumán, había otra cueva. La fachada era similar y a diez metros de la puerta otro caballero sostenía otro cartel: “U$S – C/V (compra/venta)”. Nuevamente, sólo un mostrador, metálico en la parte inferior, vidriado por encima, la computadora y el cajero. Esta vez, por $5,12 y la misma comisión (ahora sólo cancelable en pesos) podría cambiar hasta dos mil. Los gestos del cajero se veían apenas a través del vidrio semi opaco, lleno de viejos carteles arrancados y marcas de pegamento.
     En una galería en Suipacha y Viamonte había otra. Para llegar hubo que descender por la boca de la galería algo así como un metro y medio, cruzar por la puerta de un café y llamar a la puerta vidriada del local que dice: “Cambio”. Todas las paredes del negocio estaban cubiertas con contact negro salvo en la puerta una franja horizontal sin cubrir de 20cm de ancho, a la altura de la cintura. Cinco cuarenta costaba cada dólar, 18% de comisión y hasta dos mil. Sin mostrador, sólo había sobre un escritorio de oficina una calculadora y un cuaderno.
HG es un gran importador de telas. Administra varios mayoristas en la zona de once y produce en talleres propios géneros para exportación. “En el país hay plata -aseguraba mientras la secretaria servía dos cafés- Mucha plata negra”. El despacho G abundaba en muebles de madera oscura, una mesa magníficamente labrada y de casi dos metros, cubierta por un mantón verde oscuro, estanterías, cuadros y fotos. Un ventanal lo comunicaba con un patio privado de tres metros de ancho por tres de largo, con luz natural y varias plantas y árboles en saludable forma. “Andá a ver a este tipo, yo le aviso que pasás”, dijo.
     Avenida de Mayo –el regreso a las avenidas-. La operación cambiaria fuera del marco “legaloide” cambió de tono. En la entrada del edificio un agente de seguridad tomaba el número de documento de todos los que entraban en calidad de visitantes: chicos de reparto, cadetes, amistades, clientes, cobradores, técnicos. En el segundo piso sólo había dos oficinas: un estudio de abogados (por lo que decía la chapa en la entrada) y otra, sin rótulo, con un número 8 de bronce y un portero eléctrico. Luego de tocar, una agradabilísima secretaria en sus 30 abrió y ofreció asiento con la mano, señalando una hilera de butacas. “Voy a avisarle al Sr. F”.
     La oficina del Sr. F era pequeña pero acogedora, con cierto toque femenino del cual, seguramente, estaba a cargo la señorita de la recepción. Si bien no había una gota de tensión en el ambiente, se podía notar que en algunos momentos la había habido. “Allá manejan mucho caudal, vas a ver, pero de otra forma”, había advertido HG. Quizás era por esa sugestión, pero se notaba. Era algo difícil de explicar. Era un lugar demasiado tranquilo en sí, pero cuando hay dinero sobre la mesa, y más en cantidad, la gente se transforma. Todos sus ahorros, papelitos, sobre la mesa. Es lógico.
     Sin embargo, la calidez del Sr. F a la hora de explicar el negocio era maravillosa. Con explicaciones políticas, económicas y sociales matizaba la conversación que de haber sido repetida tantas veces ya hasta tenía su propia tonada y era inmune a las interrupciones: “Yo no soy una casa de cambio. Yo tengo dólares. Si no los tengo, los consigo. Pero vos nunca te vas a enterar. Yo te vendo mis dólares. No te cobro comisión, pero porque no me venís a comprar cinco mil. Vos venís acá para comprar los dólares para tu casa, para tus deudas, para tus apuestas.” Dio dos ejemplos: uno inmobiliario y otro sobre un negocio que salió mal. Continuó y cerró con una frase tan simple que asusta: “El precio lo pongo yo. Y depende qué tan bien parado te vea. Siempre entre seis y siete pesos”.
     Mientras se levantaba, terminada la reunión, corroboró que su nombre no figuraba en los apuntes y pidió un seudónimo: “¿Cómo quiere llamarse?”, “F, por Franklin”.

lunes, 2 de julio de 2012

CRITICA: Soy Leyenda


 CRITICA                                                       “I am Legend” / “Soy Leyenda” -1958                                                                                                                   escrito por Richard Matheson
 Soy Leyenda. Soy Transformación. Soy Ironía.

* * * *
¿Qué le queda a un hombre cuando se sabe el último de la especie humana? Cuando pensar en el pasado implica recordar a la familia que él mismo enterró y no hay futuro a la vista. En qué emplear el tiempo -del que es único dueño- y los bienes que pueda tener a su alcance, cuando nadie puede detener ni cuestionar su accionar ni sus métodos. La deuda para con una sociedad, con una especie, por haber sido tocado mágicamente con la inmunidad que lo mantiene sano en un mundo infestado de humanoides vampíricos. Sobrevivir. Por instinto, decisión, culpa, aburrimiento, inercia.
                “Soy Leyenda” es transformación. Robert Neville se transforma. Pasa de ser un padre y esposo sin aptitudes sobresalientes, una persona de esas que no reciben el martillazo, y se convierte, primero, en sobreviviente de una epidemia extraña capaz de reanimar a los muertos y llevar a los vivos a un estado donde sobreviven la muerte a costa del canibalismo, la anomia (legal y biológica) y la violencia. Luego el sobreviviente, sano e inmune a la infección, se transforma en la última esperanza para una especie casi extinta. Se transforma en mecánico para reparar su refugio, bien provisto de generadores, comida, herramientas y auxilios; se transforma en médico al curar sus heridas; se transforma en sacerdote al enterrar a su familia; se transforma en científico al buscar la cura. Se transforma.
                No lo sabe, pero no es el único, y paralelamente la sociedad se transforma también. Lo que era en otro tiempo sano se vuelve ahora la enfermedad. Un grupo de infectados que, de alguna forma que el libro no termina de dejar bien en claro, no sufren los terribles síntomas que entregaba el virus apocalíptico y logran sintetizar un medicamento capaz de mantener la carga viral a raya. La sociedad se transforma y ahora, Robert Neville, el único enteramente sano, se vuelve el germen de una nueva sociedad. Germen que, necesariamente, debe ser exterminado.
            Robert Neville, siempre abordado desde la tercera persona, es el héroe en este escenario. Poco se llega a saber acerca de su vida antes del primer brote de la “plaga”. Entre sueños y recuerdos esporádicos, Richard Matheson reconstruye el contexto básico de un ser confiable y de principios. Sabemos que tuvo familia –y que la perdió al año de la infección-, que era un hombre metódico y reflexivo, fuerte física y emocionalmente, sensible y decidido a no dejarse vencer: ideal caballero en lucha contra su quimera, el virus.
             Pero esta cruzada le cuesta caro y se encierra en su rutina. Rutina que consiste en reparar la casa de los ataques nocturnos, provisionarse, instruirse en bibliotecas acerca de virus, vampiros, químicos, sangre, biología, física, etc. También incluye,  durante el día, horas en que los malos descansan, salir a casar a estos demonios. Tanto se encierra que pasa por alto el nacimiento de una nueva generación de infectados, más resistentes a los rayos del sol, al ajo (por el cual sentían repulsión) y capaces de socializar y socializarse. Nuevos individuos formarán la nueva raza humana. Entonces, al cazar a los especímenes “primitivos” de esta nueva raza, a los predecesores del nuevo genoma dominante, Robert Neville se transforma en una criatura mítica, mística y única, que vaga en soledad y en pena mientras todos descansan, dosificando su venganza contra los diferentes en forma repetitiva y sistemática, difícil de vencer y que vive en una fortaleza. Robert Neville se ha convertido en vampiro.
Una incursión original en la ciencia ficción apocalíptica. Un desenlace sumamente cuestionador explota sobre el final; mientras a lo largo de toda la novela se da una excelente narrativa, llena de juegos y descripciones, breves pero necesarias.
La atención en el texto está controlada de una forma muy interesante. El lector sólo está presente en el panorama del protagonista, siendo ojos y oídos de la última persona sana. Mediante la dosificación de las acciones entre los capítulos, la historia envejece junto con el personaje, llegando al final a capítulos más breves y concisos, que representan casi sumariadas acción tras acción, reparando cada vez menos en descripciones situacionales y de ambiente: cada vez se necesitan menos palabras; cada vez el lector entiende más al protagonista, al mundo en que se mueve y cómo lo hace.  Tan buena es la narrativa que más de una vez el lector consigue ponerse por unos instantes en los zapatos del héroe, reaccionando de la misma forma ante ciertos episodios: hacia los tres cuartos del libro aparece un perro sano (en pésimas condiciones, pero no infectado), al cual durante semanas trata de ganarse en cariño mediante presentes de comida y agua fresca. Toda la secuencia de aproximación del animal es sumamente emocionante y uno no puede evitar suspirar un “No!” cuando el perro muere a los pocos días de haberse encariñado. El lector se transforma.
Acompañada por una investigación casi verneana sobre la mitología vampírica, “Soy Leyenda” encuentra la explicación a algunos aspectos vox populi del tema: la repulsión por el ajo, las estacas, el miedo por las cruces, la exposición a los rayos ultravioletas, etc. No es algo menor, dado que esa investigación es la que buscará encontrar el nexo entre la ciencia y la ficción, cosa que dentro de este género resulta imprescindible.
Claramente Robert Neville es el personaje principal, el héroe en este mundo. Y si hay héroe, a mi entender, hay un patiño, un compañero. Su nombre es Ben Cortman, y es un vampiro. En vida viva era el vecino de Robert; ahora muerto solía prestarle guardia a su casa, esperando que saliera por el porche para atacarlo. Sin embargo, y uno sólo lo entiende hacia el final, durante toda la novela Ben suele llamar a gritos a Neville: “Neville! Sal de ahí”. Algo muy especial para la fauna de monstruitos incoherentes con los que se cruza. Recordaba su nombre, y lo reconocía. Una pista gigante acerca de la capacidad del virus de convivir con el cuerpo que lo hospeda. Lo que será, más tarde, el origen del nuevo orden. Dato al que no se le pasa demasiada importancia.
Tenemos héroe y compañero. Falta pues el enemigo. Y no vale decir que el enemigo son quienes atacan la casa de Neville todas las noches, los vampiros, pues sería tonto confundir enemigo con depredador. No. El enemigo en esta historia tiene forma y nombre de mujer: Ruth. Una muchacha –infectada- enviada por la “nueva sociedad” a estudiar sus debilidades como germen patógeno, para asegurar su destrucción. Por supuesto, Ruth no es en sí mala, encarna al verdadero enemigo. El cambio. Y lo hace con ternura y fragilidad. Ahora con Ruth en la escena el papel se vuelve rosa y aparece la historia de amor. El muchacho tosco de civilidad y la niña asustada se van abriendo, las defensas caen,  y se besan.
Esta mujer, Ruth, quien en principio para Neville representa una nueva fe en el futuro, perdió a su marido y a su hijo hace pocos días. Ambos estaban infectados y murieron bajo el yugo Nevilleano sin saberlo. Luego de una aproximación tosca, unas charlas, unos vinos y unos besos, la desesperación se apodera de ambos y Robert ve necesario hacerle un análisis de sangre para asegurarse que esta mujer, nueva brújula en su mundo sin rumbo, viajaría junto a él muchos años en salud. Al ver a través del microscopio recibe del brazo femenino un golpe y un pasaje a la inconciencia. Al despertar encuentra una carta. Carta magna que explica el futuro. Explica el nuevo orden y alienta el exilio de quienes no sean parte, so pena de exterminio.
Robert no se va y espera que vengan por él.  Gracias a Ruth saben donde encontrarlo. Y lo hacen. Y muy humanamente, los vampiros lo exterminan.
“Neville observó a los nuevos habitantes de la tierra. No era uno de ellos. Semejante a los vampiros, era un anatema y un terror oscuro que debían eliminar y destruir”.

Ideas quizás trilladas pero con excelentes giros de originalidad, entrañables personajes, escenarios apocalípticos, ciencia, y una prosa directa, que no repara en barroquismos innecesarios, hacen de esta obra un ejemplar altamente recomendable dentro del género de la ciencia ficción. 

miércoles, 20 de junio de 2012

Breve


Capturan sospechoso en el caso del Correcaminos
Coyote bajo custodia
Fue atrapado junto con varios artículos incriminatorios que probarían su culpabilidad.

  El Coyote (34) fue capturado hoy por efectivos policiales en su residencia en San Telmo. Es el principal sospechoso en el crimen del pasado viernes, donde el Correcaminos fue asesinado.
  El operativo de detención tuvo lugar entre las 14 y las 14.30, tiempo en el que la familia del Coyote se disponía a almorzar. Mediante el elemento sorpresa consiguieron inmovilizar al sospechoso y llevarlo bajo custodia.
  "Ahora entiendo todo”, se lamentaba la esposa, Glady Coyote (31), mientras abría a los ojos de los peritos un armario repleto de explosivos, yunques, pianos de cola y semillas. Fue secuestrado también de dentro de la vivienda un volumen manuscrito a modo de diario, con 120 entradas en las que Coyote detallaba sus planes para acabar con el ave.
  Jorge Acme, defensor de Coyote, declaró ante un corresponsal que “todo es un malentendido” y que “el Coyote es un buen chico y un buen cliente desde hace años”. Por supuesta complicidad, el juzgado a cargo del caso desestimaría la participación del abogado defensor durante la próxima audiencia, el próximo 27 de Julio.

domingo, 10 de junio de 2012

Prólogo


  Imaginarse dos dimensiones, similares en algunas cosas y diferentes en muchísimas otras, puede resultar complejo. Sin embargo, es necesario para la comprensión del siguiente relato que sean capaces, todos ustedes, de entender como interactúan estas dos. Realmente deseo que a lo largo de las primeras paginas puedan entrenarse en esta bidimensionalidad, ya que de lo contrario, gran parte de ustedes me insultaría por escribir cosas tan incoherentes. Pero para aquellos que logren entender la dinámica de este funcionamiento, estoy seguro les parecerá un texto de lo más interesante y quizás quien sabe, algún que otro personaje o escena los dejara pensando.
  Es mi deseo.
  Aquí va.
  Su ciudad, sea cual sea. Tengan esa imagen que la representa en su cabeza y consérvenla.  ¿Hay gente en ella? Si no la hay, agreguen un lindo número de personas. Personas haciendo su vida, sus tareas diarias, caminando, trabajando, como sea que se los imaginen. Ahora, entre los espacios vacios entre ellas, coloquen un segundo grupo de personas –para ayudarse  a diferenciarlos puede agregarlos con algún matiz de transparencia-. Llamaremos a este segundo grupo los astrales para un fácil reconocimiento.
  ¿Quienes son? Personas. Exacto, tan corpóreas como cualquiera. Claro, en su dimensión. Transitan la nuestra, de la misma forma que nosotros transitamos por la suya. Viven en las mismas casas, caminan las mismas calles y tienen los mismos trabajos. Cuando alguien, en cualquier dimensión, compra un artefacto para su casa, por ejemplo, del “otro lado”, otra persona hizo lo mismo. Esos son los puntos en donde ambas dimensiones confluyen. Lo material no-animado.
  ¿Donde no confluyen? Pues, claramente, al caminar no chocamos con ellos. Ni siquiera los vemos. Su realidad se mantiene ajena a nuestra existencia, y viceversa.
  Pero es aquí donde las cosas se complican; pues un cierto grupo de personas, en ambos lados, trabajan para el contrario. ¿Que quiere decir? Existen “astrales” que trabajan entre nosotros, los “reales” (son solo palabras).        De ahí se induce, y con veracidad, que existe un grupo de personas que están al tanto de ambas dimensiones. Yo, entre muchos otros. Pero ya llegaremos a quien soy y que hago escribiendo esto.
  Nos llamamos los “interplanos” y es nuestra función asistir a La Institución. Ella preserva el balance en ambas dimensiones.
  Como quedó su cabeza?  llena de personas más translucidas algunas que otras y seguro se los imaginaron como algún tipo de espía o agente de inteligencia. ¿Verdad?. No estarían del todo errados, aunque nuestra tarea no es espiar, ni hacer ningún tipo de cuestionamiento ni inquisición sobre el funcionamiento del sistema. Nos vamos al otro lado para trabajar, no para pensar. 

viernes, 8 de junio de 2012

Cuento: Cornudo y asesino


El divorcio no le sentaba bien. Miriam había tomado la decisión por ambos y “ambos” estaban de acuerdo.
De camino a la oficina de su abogado, Carlos se repite que es una malnacida, le había mentido y él le había creído como un ciego a su lazarillo. Había sido un idiota confiado. El letrado lo recibe detrás de un escritorio de madera oscura con algunos apliques en terciopelo verde navidad y lo saluda con un seguro y firme apretón de manos:
 -¿Cómo lo encuentro?, dice mientras busca los ojos tristes de su cliente.
  -Para el culo, doctor, ¿qué le parece?
 -Vamos, Carlos, que no es para tanto-.Intenta inútilmente calmarlo.
   El motivo no era para nadie secreto.
 -¡Me hizo cornudo!
 -Usted me quiere decir que ella cometió adulterio, ¿verdad?
 -Ningún adulto… ¡se acostó un pendejo!
 -Eso, en lenguaje legal, corresponde a una figura que se llama  “adulterio”, independientemente con quién lo hayan cagado.
 -Llámelo como quiera, yo le digo hijaputez.
  No tiene mayor caso seguir transcribiendo ese diálogo, ya que así sigue. Carlos habla con su abogado hilando insultos contra su mujer y el abogado molesta con el tic tic de las teclas que presiona rítmicamente en la computadora, mientras un cigarrillo se consume sobre el cenicero del escritorio. Hasta este punto.
-Doctor, usté es mi boga, ayúdeme. Ya bastante con las guampas y ahora me quiere sacar la casa y el coche…
-Relajese, Carlos, que en estos casos casi siempre suele llegarse a un arreglo entre las partes antes de que sea todo tan drástico.
 “Las partes”. Esas palabras perforan el oído de Carlos, al punto que ya él mismo se reconoce incapaz de tratar a su recientemente declarada ex-mujer como una persona. Tampoco soporta que su defensor, aquel a quien él le paga para conservar lo que cree suyo le hable de ella con tanta personería, como si tuviera sentimientos.
-No quiero ni escuchar su nombre, doctor, por favor…
-Pero entenderá que no puedo poner “Puta” en el legajo, ¿no? –advierte entre risas.
-Bueno, bueno, sólo le pido entonces que no mencione su nombre. No es mucho pedir y con lo que me está cobrando bien podría yo ni estar aquí. Que dicho sea de paso, tengo que ir volviendo al trabajo…
-Carlos, está usted exagerando ya…
    Al escuchar esas palabras, Carlos pierde el temple y se larga a llorar. Entre lágrimas maldijo su suerte con el clásico “porqué a mi”…
-No se preocupe –le dice el frío jurista- le pasa a todos lo mismo y siempre es igual.
 -¿Qué quiere decir?
 -Quiero decir que hoy en día, de la muerte y de los cuernos no se salva nadie, don Carlos. Usted puede llevar casado toda su vida que, o es un ignorante, o está aquí llenando los papeles. Sigamos con el legajo.
 -No quiero –responde como un niño mientras su cabeza trata de volver a la habitación. Se había alejado demasiado.
 -¿Usted alguna vez cometió un acto de infidelidad?
  La cara del ahora niño se transforma hasta quedar como una mueca traviesa, desorbitadamente exagerada y rozando la perversidad. El abogado aleja la mirada del monitor para observar el rostro de su cliente, en cuyos ojos encuentra una respuesta a su pregunta.
-¿Por qué sonríe, Carlos? Si tiene algo para decirme, creo que éste sería el momento. Para poder hacerlo fuerte en el litigio necesito saber con quién estoy tratando.
 -No doctor, es sólo que hay algo que me resulta gracioso.
 -Lo escucho…
 -Lo que usted dijo antes, de la muerte y de los cuernos, que no se salva nadie..
 -¿Y bien? – no entiende a dónde estaba yendo la conversación ni por qué se habría quedado con esa frase en la cabeza.
 -Pues eso, nada más. Ahora tengo que volver al trabajo. Mañana regreso para terminar de una vez con esto, si le parece bien.
   A la mañana siguiente es descubierto muerto el cuerpo de iriam al costado de un complejo de edificios. Tras verlo en el noticiero matutino, el abogado llama al número de móvil que Carlos le había dejado.
 -¿Carlos? Gracias a Dios me puedo comunicar… ¿Tuviste algo que ver? ¿Qué hiciste? –es difícil explicar cómo alguien puede sonar eufórico y susurrar a la vez, pero ese era el tono con el que le hablaba.
 -Me escapé, doctor. ¿Qué le parece? Cornudo y ahora asesino, pero qué bien me andan todavía las piernas! Hasta pronto. – Y la conversación fue cerrada por la otrora piltrafa humana que de la noche a la mañana había sido regada de confianza y autodeterminación.
   El abogado se queda con el teléfono en la mano, a media cuarta de la oreja, perplejo. Ahora ríe, pensando en la ironía poética y retorcida con que su cliente le había escuchado.